C. UN SOCIO ESPAÑOL MUY MOTIVADO POR EL PROYECTO
1. Una sólida relación bilateral de defensa y seguridad
Francia y España han disfrutado durante mucho tiempo de una buena relación bilateral de defensa y seguridad. Esta relación se institucionalizó en 2005 con la creación del Consejo Franco-Español de Defensa y Seguridad (CFEDS). También se ha traducido a través de acuerdos relativos a la cooperación en materia de defensa. En particular, la declaración final del CFEDS de Brest en 2013 constituye una hoja de ruta que evoca el fuerte compromiso de Francia y España a favor de la Europa de la defensa (refuerzo de la Política de Seguridad y de Defensa Común (PSDC) en sus aspectos estratégico, operativo, de capacidades e industrial), así como para un acercamiento de las capacidades operativas en zonas de interés común : Mediterráneo, Sahel, Golfo de Guinea y Cuerno de África. Madrid también se unió a la Iniciativa Europea de Intervención (IEI) el 25 de junio de 2018.
Desde el punto de vista operativo, España y Francia cooperan en el marco de varias misiones europeas: EUTM-Somalia, EUTM-Malí, EUTM-RCA y EUNAVFOR MED IRINI. Los dos países también desarrollan una acción conjunta en beneficio de las fuerzas de seguridad de los países del Sahel, en el marco del G5, o incluso a través de la iniciativa “5+5 Defensa”, un foro de cooperación multilateral entre las dos orillas del Mediterráneo occidental que agrupa Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Mauritania, Francia, Italia, Malta, España y Portugal.
Respecto a la cooperación industrial de defensa, la participación de España en los principales programas militares comenzó en los años 1980 con el programa Euro?ghter y continuó a través de cooperaciones multilaterales, en particular a través de su adhesión a la OCCAr. Así, Francia y España participan en varios programas de cooperación industrial de defensa: Tigre, A400 M, dron-MALE europeo, y ahora SCAF. Por lo general, España es muy favorable a la cooperación europea en materia de defensa : es el principal contribuyente a las operaciones de la UE y, ahora, el país está más orientado hacia Europa que hacia Estados Unidos en este área y apoya con fuerza particularmente la CEP.
2. Una valiosa contribución al SCAF
Así pues, la entrada de España en el proyecto, después de una fase tal vez demasiado exclusivamente franco-alemana, es una excelente noticia para el SCAF .
Las autoridades francesas inicialmente dieron prioridad a lo franco-alemán para sentar las bases de la asociación industrial y de investigación, y España sólo pudo unirse al proyecto con un ligero retraso. Sin embargo, la determinación política de España de participar en el proyecto SCAF es muy fuerte : iniciada por el gobierno de Rajoy, esta participación se confirmó cuando entró en funciones el gobierno de Sánchez a mediados de 2018.
El cara a cara entre Francia y Alemania, a veces marcado por incomprensiones, se convierte así en un juego a tres bandas que refleja la diversidad de las culturas europeas en materia de defensa, donde Francia, país central en Europa, posiblemente podrá hacer de mediador, si fuera necesario, entre sus dos vecinos del norte y del sur.